El trío Tunyi (grupo Injuve) puso la nota discordante el jueves en el Festival Eivissa Jazz. Fotos: IRENE G. RUIZ

JULIO HERRANZ

«Nos han dicho que tenemos que parar ya; pero ¿queréis que sigamos tocando?»; y unas cuantas voces dijeron que no. La petición al respetable (muy poco respetuoso en esta ocasión), la hizo Pablo Palacio, del trío Tunyi, uno de los tres grupos Injuve del Eivissa Jazz '06, segundo en intervenir en la primera jornada del festival (baluarte Santa Llúcia, Dalt Vila). Fue el momento más tenso e incómodo para muchos de una velada que había empezado muy bien con la propuesta de Norberto Rodríguez Trío. Un contraste realmente fuerte entre las dos ofertas provocó que un amplio sector del público, que había llenado el aforo del recinto, provocó que muchos decidieran marcharse sin esperar la actuación del grupo estrella de la noche, Ibiza Jazz Experience, formado por veteranos de otras ediciones, que entraban a tocar sobre la una de la madrugada.

La actuación de Norberto Rodríguez, cubano afincado en Eivissa, resultó realmente agradecida y estimulante para la audiencia. Estuvo muy bien secundado a la batería por el ibicenco Joan Barbé, versátil él y cada vez más crecido en arte (¿los genes ayudan?); y el bajista cubano Ronald Morán, colega del guitarrista, elegante y eficaz. Con un punto de especial emotividad: cuando la polifacética Mati («un buen músico de la isla», apuntó Norberto) salió a cantar un tema, camuflándose (da esa impresión a veces) tras el cajón flamenco. Los «guapa» y «artista» se escuchaban claramente; y es que Mati es un valor sólido, que podría dar mucho más de sí si tuviese más confianza en sí misma y la orientaran mejor en su errática carrera.