AGENCIAS

El escritor estadounidense Paul Auster obtuvo ayer el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006 por la «renovación literaria» que ha llevado a cabo «al unir lo mejor de las tradiciones norteamericana y europea, innovar el relato cinematográfico e incorporar a la literatura algunas de sus aportaciones».

El acta del jurado refleja también que, con su exploración de nuevos ámbitos de la realidad, Auster ha conseguido «atraer a jóvenes lectores al dar un testimonio estéticamente muy valioso de los problemas individuales y colectivos de nuestro tiempo». Auster, que se encuentra en Portugal rodando «La vida interior de Martin Frost», recibió la noticia «emocionado y sorprendido» porque no se lo esperaba, según comentó a sus colaboradores. Diana Coelho, directora de producción de la película, explicó que fue ella quien le dio la noticia y que «estaba realmente muy feliz y le ha pillado por sorpresa, pero inmediatamente ha seguido con su trabajo».

Mientras, en el hotel donde se hospeda, en la localidad de Sintra, a unos 30 kilómetros del lugar del rodaje, no dejaban de recibirse llamadas de felicitación y de periodistas, Auster se aisló en su película, la segunda que rueda como director, después de su primera experiencia de 1998: «Lulú on the bridge».

Auster (Nueva Jersey, 1947), una de las voces más críticas con la Administración Bush, es todo un símbolo neoyorquino, ciudad en la que transcurren algunas de sus narraciones, marcadas por la búsqueda de la identidad, el azar, lo casual y la cadena de asociaciones. Este escritor, guionista y traductor construye en todas sus obras laberintos literarios, a modo de muñecas rusas o matriuskas, en las que mezcla ficción, realidad y autobiografía, y con las que ha atrapado a millones de lectores en todo el mundo.

No sólo en Estados Unidos sino en toda Europa y en España en particular, el autor de «La trilogía de Nueva York» tiene una corte de admiradores que le siguen fielmente a través de Anagrama, la editorial que ha publicado en castellano toda su obra, que abarca desde la novela al ensayo pasando por la poesía y los textos autobiográficos.

Tras la concesión del premio, el editor de Anagrama, Jorge Herralde, destacó la «extrema elegancia» de la literatura de Auster, cuyo nombre, según recordó, «ya aleteó en las últimas convocatorias, hasta que finalmente le ha sido concedido». Auster se impuso por mayoría en la última votación del jurado a su compatriota Philip Roth, y llegó a las últimas votaciones junto al israelí Amos Oz, de entre las 26 candidaturas que se presentaron.

Sus últimas novelas son «La noche del oráculo» (2004), que narra la historia de un escritor que se recupera de una enfermedad y descubre que puede volver a escribir, y «Brooklyn Follies» (2005), una semblanza de la Nueva York anterior al 11-S.

El Premio, que está dotado con 50.000 euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, será entregado el próximo otoño, junto a los de las otras siete categorías.