La doctora Marín Ceballos durante la primera jornada del Seminario, ayer en «Sa Nostra». Foto: MARCO TORRES

JULIO HERRANZ

La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogió ayer la primera jornada del Seminario de Arqueología, que organiza el Museu Arqueològic y que este año está dedicado a «El culto a Tanit en el Mediterráneo fenicio-púnico». La encargada de impartir las clases en tres entregas es la doctora María Cruz Marín Ceballos, del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla, una autoridad en el estudio de la religión en el mundo fenicio-púnico, tanto en la Península e Eivissa como en el ámbito mediterráneo oriental y cartaginés.

En declaraciones a este periódico, Marín Ceballos precisó que su estudio está basado en la documentación que hay sobre el tema, «revisando todo lo que se sabe de la diosa desde que tenemos noticia y cuyo culto abarca Oriente, el Mediterráneo y por supuesto Eivissa, más importante y antiguo del que llega a la Península». En cuanto al famoso busto del Museu Monogràfic del Puig des Molins, todo un icono simbólico de la isla, la experta precisó: «El mito de la terracota de la Tanit ibicenca entra más bien en el campo de la sociología. Soy muy rigurosa con la documentación y no sé si voy a desmontar algún mito; pero no me importa, porque lo que interesa es lo que hay de verdad».

Al respecto apuntó que este busto «procede de la iconografía griega, tomada del culto a Demeter y Koré (madre e hija) en la Sicilia griega, en la que había mucho arraigo del culto a estas dos diosas eleusinas».

Culto que dio lugar a que aparecieran en Sicilia «una cantidad enorme de terracotas de muchísimos tipos que representan a esas diosas; seguramente por identificación con alguna divinidad indígena relacionada con la tierra, la fecundidad y el más allá. La que llega a esta isla procede totalmente de esa iconografía», subrayó.

Aunque no entrara en el tema del Seminario, Marín Ceballos no rehusó a opinar sobre el otro icono pagano de Eivissa, el dios Bes: «Es una divinidad de origen egipcio relacionada con la fecundidad y la salud que tuvo un culto muy popular en el mundo fenicio, pues Fenicia estuvo mucho tiempo bajo el control de los egipcios; éxito que luego continuó en el mundo púnico, cartaginés en este caso, no sabemos muy bien por qué».

Marín encuentra lógico los amuletos de Bes, pero en cambio le sorprende que aparezca «en la moneda de una ciudad como Eivissa. No he encontrado una explicación lógica, aunque tampoco he estudiado el caso lo suficiente. El dios Bes en el mundo púnico es para mí bastante enigmático; no se sabe muy bien qué significa. Por ejemplo, cuando aparece en Cerdeña en grandes esculturas. Puede que sea porque a veces el mundo fenicio toma imágenes de otras culturas para representar conceptos que le son propios; y en este caso podría representar a alguna divinidad fenicia o cartaginesa», especuló.