EFE|NUEVA YORK

Los movimientos que han marcado las tendencias de la filmografía catalana en el último siglo, desde los clásicos del cine mudo hasta las producciones más recientes, son objeto de una retrospectiva que se podrá ver este mes en Nueva York. Organizada por la Sociedad Cinematográfica del Lincoln Center, la muestra forma parte del primer festival de la cultura catalana en Nueva York y se abre el próximo día 27 con «La vida secreta de las palabras», de Isabel Coixet.

El ciclo reconoce a Barcelona como uno de los centros de producción más importantes de España, ya que de esa ciudad sale el 30 por ciento de las filmes del país, según Richard Peña, director de Programación de la Sociedad Cinematográfica del Lincoln Center. El cine catalán «no ha tenido un sólido reconocimiento, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni internacionalmente», afirma el crítico de cine español Manuel Yáñez Murillo en el último número de la revista «Film Comment», publicada por la Sociedad. A su juicio el cine catalán sufre de una crisis de identidad, ya que mientras la lengua catalana es la manifestación más evidente de la diferencia cultural de la comunidad autónoma, la mayor parte de su filmografía se hace, paradójicamente, en castellano, por razones culturales, comerciales y políticas.