Doménec Boronat, profesor de Educación Plástica y Visual en el IES Marc Ferrer de Formentera. Foto: G.R.

Doménec Boronat, profesor de Educacíón Plástica y Visual en el IES Marc Ferrer de Formentera, presentará el próximo sábado día 10 a las ocho de la tarde en la Sala Municipal de Cultura su documental «P.M.E. estela de una muerte», centrado en la persona de Pere Martínez Expósito, que fue, el 8 de enero de 1972, el último ejecutado por un delito civil en España. Este documental mereció el Primer Premio de Documentales Amateurs convocado por el canal temático Documanía en 2000.

Boronat, de 30 años, nació en Gandía, lugar en el que Pere Martínez cometió el doble crimen que le llevó al paredón, en lugar de ser ajusticiado mediante garrote vil, por el hecho de que estaba cumpliendo el servicio militar. Pere Martínez que estaba de permiso de fin de semana, entró la noche del 27 al 28 de marzo de 1971 en una casa para robar y al ser sorprendido, mató a la madre y a la hija que vivían en ella.

El autor de este documental, que combina imágenes de la época y las que él mismo grabó casi 30 años después, en 1997, con algunos de los protagonistas de la historia como los familiares del condenado, el Guardia Civil que le detuvo y el abogado defensor de Pere Martínez que logró la conmutación de 31 condenados a muerte en el franquismo y sólo perdió un caso, el de PME.

Boronat explicó que ha aprovechado la oportunidad que le ha brindado el Ayuntamiento de Formentera para presentar su trabajo en la isla coincidiendo con el 30 aniversario de la muerte de Franco ya que todos los ajusticiamientos efectuados por el Régimen de Franco con posterioridad siempre fueron al amparo del terrorismo. Con este trabajo que surgió al ver la película de Basilio Martín Patino «Queridísimos verdugos», mediante el que tuvo conocimiento de la historia, Boronat pretende devolver la dignidad a una persona que todo indica no tuvo un juicio justo y que no se consideraron atenuantes de importancia como sus problemas mentales, el hecho de provenir de una familia en la miseria y otros condicionantes. A Boronat le sorprendió que nunca, nadie en Gandía, le hubiera hablado de la historia. Los hechos se produjeron antes de que él cumpliera dos años, y que tras la película de Martín Patino tuvo que recurrir a bibliotecas y hemerotecas para irse documentando. Para Boronat aunque el franquismo y la pena de muerte subyacen en toda la narración, considera que el objetivo último es restituir la dignidad a una persona que pese a cometer los crímenes de los que se le acusó, tenía un retraso mental que impedía, a todas luces, su condena a la pena máxima.