La etnomusicóloga ibicenca Cati Mari Serra ofrecerá mañana lunes en la Extensión Universitaria la lección inaugural del curso de glosadores.

La Extensión Universitaria de Eivissa acogerá entre las 19'30 y las 21'00 hora mañana lunes una clase teórico-práctica de Cati Marí Serra a modo de prólogo del segundo curso de formación de glosadors, que organiza la Conselleria de Cultura. El final del curso coincidirá con la VI Trobada de Glosats d'Eivissa i Formentera, que tendrá lugar el sábado día 3 en la sala municipal de Sant Francesc y domingo día 4 en el auditorio de Cas Serres. «Me han encargado la parte teórica del curso y voy a enfocarla la clase sobre los géneros cantados de la tradición de estas islas, diferenciando los profanos (cançons, gloses y estribots) de los religiosos (caramelles, passos y vida de sants) y explicando cómo han ido evolucionando a lo largo del tiempo», explicó la etnomusicóloga ibicenca, critica musical de este periódico.

Un tema en el que Cati Marí, junto al musicólogo formenterés Jaume Escandell, está trabajando a fondo en estos meses, ya que ambos están preparando un estudio sobre los géneros cantados en Eivissa y Formentera, gracias una de las becas de investigación que concede el Consell. «En estos momentos lo estamos redactando, y lo entregaremos a final de año. No sabemos si se publicará, no depende de nosotros. Nuestra parte es hacer un análisis social, un análisis musical y un inventario de canciones; encontrar letras, grabaciones... Hay bastante material, sobre todo de entrevistas, que es lo que más hemos hecho: hablar con la gente para intentar entender y diferenciar bien los géneros», apuntó Marí.

Centrándose en el tema de su clase, la etnomusicóloga explicó las diferencias entre cançons, gloses y estribots: «La canción es el género narrativo más largo; el que se hacía en las cantades cuando la gente se reunía después de cenar. Se componían de tres o cuatro cobles (estrofas) y las cantaban los que se consideraban cantadors, que cantaban las piezas hechas por los cançoners». «Las glosas las cantaban los grupos de jóvenes que iban por los caminos de marcha o a festejar. Son géneros más cortos que se hacen glosando; aquí se puede improvisar un poco, pero normalmente lo tenían preparado de antes, pues aquí no se improvisaba prácticamente nada. Tenían cierto tono crítico, se cantaban en grupo y solían ir dirigidas a alguna chica que les había molestado por lo que fuera (normalmente el tema defesteig), cuando pasaban delante de sus casas», precisó Cati Marí.