El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 20,00 horas el estreno en Eivissa de «George (una comedia romántica)», de Vicent Tur, en un montaje del Grup Amateur de Teatre (GAT) dirigido por Merche Chapí e interpretada por Marina Asquini y Enrique Sánchez. Mañana y pasado habrá dos funciones más a las 21,30 horas. La obra fue estrenada en 2002 en Lleida en su versión original en catalán, y ese mismo año estuvo un mes en cartel en el Teatre Malic de Barcelona, «una de las salas alternativas más veteranas de la ciudad, que cerró poco después, supongo que a consecuencia de la obra», ironizó ayer a este periódico Vicent Tur, añadiendo que «George» (editada en 2003 por la ibicenca Editorial Mediterrània) también estuvo presente en la Fira de Tàrrega.

Es la primera vez que Merche Chapí realiza un montaje de una obra de Vicent Tur. «Lo he descubierto hace un año o así y me gusta mucho todo lo que escribe», afirmó. En cuanto al hecho de traducir la obra al castellano (realizada por ella misma con supervisión del propio autor), ha sido por razones logísticas: «Simplemente, porque no tenía el actor idóneo para hacerlo en catalán, y en cambio cuento con uno de Granada que me gusta muchísimo».

Merche Chapí explicó que, aunque Tur califica a «George» de «comedia romántica», «lo que le pasa a los protagonistas es dramático. Pero hay partes sarcástica; la gente inteligente que sea desinhibida puede soltar quizá tres carcajadas fuertes, no más; o puede que no. No es una comedia de Dario Fo, nada de esto; es una obra mucho más inteligente y sofisticada; un texto muy bien escrito, lleno de pasión y de furia, en la línea del teatro de vanguardia». Y sobre la historia en sí, «la situación es concreta pero no mucho. En principio parece que hay una señora en un psiquiátrico a la que su marido visita todos los miércoles, el mismo día que lo hace, George, su amante. Pero la realidad es muy confusa, puede ser eso o puede ser cualquier otra cosa», apuntó Chapí con misterio.

La escenografía se reduce «a un espacio como hueco dentro del negro. Solamente hay una buena iluminación (de Vicent Tur), «una mesa y unas sillas; lo justo para representar». En cuanto a la dirección de actores, «que es la parte más importante del montaje, ellos estaban muy desconcertados porque no entendían el objetivo total de la obra. Pero escena por escena han ido llegando muy a fondo, de manera que los dos están espléndidos, aunque cada uno tiene su propia teoría del conjunto de la obra, de qué representa. Yo creo que es un trabajo que hay que disfrutar trozo a trozo, escena a escena», concluyó Chapí.