Los años no pasan en balde, y a algunos se les nota más que a
otros; al menos por fuera, porque lo que más importa (la profesión
y la procesión) suele ir más bien por dentro. Es el caso de
Fernando Franco. Los que recuerden su look de los 80, con su
emblemático tupé de rockabillero de pro, les costará un poco de
trabajo reconocerle en 2005, despejado en el plano capilar y
protegido por una oportuna gorra. Pero en cuanto hablas con él
vuelve a surgir el adolescente apasionado del rock primitivo que
lleva dentro; y a pesar de que su vida está ya sujeta a ciertas
responsabilidades ineludibles que limitan su afán musical (tiene
familia y se gana la vida como cocinero), sigue embarcándose en
proyectos musicales que le dan vidilla. El último, un grupo que
lleva en el nombre su condición de contrabajista zurdo: The Lefty
Bass Combo; literalmente.
Hace dos años Fernando Franco volvió a su isla y se encontró que
el panorama musical no había cambiado mucho. «Me siento aislado por
las dificultades que entraña vivir en la isla. Sigo siendo algo
radical en la música, y como aquí la oferta es limitada, me
encuentro siempre en callejones sin salida al no poder tener opción
de músicos para tocar, porque busco particularidades que no son
fáciles de encontrar en Eivissa», explicó. «Ahora que había
emprendido el proyecto de The Lefty Bass Combo, el guitarrista se
ha tenido que ir a vivir a Palma y vuelvo a estar en las mismas.
Por eso no he actuado aquí desde la primavera pasada».
A pesar del problema, «estoy intentando buscar gente aquí para
actuar. A la hora de grabar no hay problemas, tengo buenos amigos
músicos profesionales que tocan en diferentes bandas y me ayudan en
las grabaciones». Así en el tema «Working Man Blues», de Merle Hagg
Ard, que aparece en un CD recopilatorio de grupos afines a The
Lefty Bass Combo; una producción de la compañía española El Toro
Records y la alemana Rhythm Bomb Records. «Se han juntado para
presentar a sus grupos; el CD lo regalan en revistas y en
conciertos especializados», apuntó el contrabajista.
En la isla, a Fernando Franco se le recuerda sobre todo por su
etapa de Rock 'n' Bordes, un trío formado en el 87 que duró hasta
el 93 y grabó cinco discos para La Fábrica Magnética. «En aquel
tiempo hubo un subidón de rock and roll y cogimos un coletazo de la
historia; pero los dos últimos años fue una pena, porque cambió el
gusto, y como no hacíamos concesiones comerciales como la mayoría
de grupos del país, no cuajó y nos quedamos fuera del circuito»,
precisó. Luego se embarcó (con Diego García, el guitarrista de Rock
'n' Bordes, y otro) en The Galloping Guitars, un grupo instrumental
de country. Otra apuesta con poca fortuna, a pesar de las buenas
críticas recibidas.
Decepcionado, Franco marchó a Estados Unidos «con la intención
de tocar, pero no salí de los circuitos locales, aunque aprendí
muchas cosas, eso sí. Toqué en varios grupos, pero cómo me metí ya
en lo de la cocina y me ofrecían buenos trabajos, no tenía mucho
tiempo para la música».
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