El actor Agustín González murió ayer en Madrid a los 74 años tras una neumonía que le mantuvo ingresado en la clínica La Zarzuela varias semanas. Había estrenado en noviembre en el Teatro Reina Victoria de la capital la obra «Tres hombres y un destino», junto a José Luis López Vázquez y Manuel Alexandre. El actor había sido sustituido por Juan Jesús Valverde en las últimas dos semanas, debido a su enfermedad que, según indicó el empresario teatral Enrique Cornejo, se originó hace tiempo con una gripe que González sobrellevó actuando en el Reina Victoria «debido a su gran sentido de la responsabilidad». Según Cornejo, finalmente el actor ingresó en urgencias de la clínica de La Zarzuela con principio de neumonía, dónde permaneció ingresado en los diez últimos días hasta que el pasado jueves recibió el alta médica y regresó a su casa. Agustín González Martínez nació en Madrid el 24 de marzo de 1930, donde al terminar el bachillerato se matriculó en la Escuela de Aparejadores, pero su gran vocación era el espectáculo. Comenzó como actor en el Teatro Español Universitario (TEU), donde estuvo varios años durante su etapa como estudiante de Filosofía y Letras. En 1953 estrenó la obra teatral de Alfonso Sastre «Escuadra hacia la muerte», donde hacía un pequeño papel. Al año siguiente debutó en el cine con «Felices Pascuas», de Bardem. En los sesenta también empezó a prodigarse en el cine en películas como «Plácido» (1961), de Berlanga; «Atraco a las tres» (1962), de José María Forqué; «De cuerpo presente» (1965), de Antonio Eceiza; o «Un día es un día» (1968), de Francisco Prosper. En 1970 representó «Luces de Bohemia» de Valle Inclán. En cine trabajó en «Tamaño natural» (1973), de Berlanga, en «La Regenta» (1974), de Gonzalo Suárez; o «Cinco tenedores» (1979), de Fernán-Gómez; y participó en cortometrajes de Sáenz de Heredia. Durante los ochenta fue uno de los actores más contratados por la mayoría de los directores españoles: «El nido» (1980), de Armiñan; «Volver a empezar» (1981), de José Luis Garci; o «La colmena» (1982), de Camús. Volvió a trabajar con Berlanga en su famosa trilogía. Logró los premios Long Play al mejor actor de teatro (diciembre de 1982) y Madrid le concedió el Premio Ricardo Calvo (mayo de 1984). En cuanto al teatro, trabajó como protagonista en «Todos eran mis hijos», de Arthur Miller, llevada a Buenos Aires y por la que obtuvo el Premio de Teatro «Hotel Meliá Parque», de Valladolid. También trabajó mucho para televisión.

José Luis López Vázquez lamentó el fallecimiento de su compañero, con el que había estrenado en noviembre la función «Tres hombres y un destino» en un teatro de Madrid, y explicó que lo sentía «como si hubiera muerto un hermano». Se mostró muy afectado y sorprendido por el fallecimiento porque, dijo, «lo estábamos esperando en el teatro». También María Asquerino, que trabajó junto a él en varias obras de teatro y películas, dijo: «Siento su muerte en el alma porque era un gran compañero, porque era muy joven y no sabía que estuviera enfermo». Por su parte, Cayetana Guillén recordó a Agustín como a «uno de los grandes de nuestra escena» y como a una persona «con un sentido del humor muy ácido e inteligente» que, «al menos, se ha ido con el teatro lleno». «Era mi padrino, pero un padrino muy cercano, y uno de los grandes amigos de mis padres. La noticia de su muerte es como un mal sueño», dijo la actriz.