Realizado en Barcelona en 1951, este uno de los primeros proyectos de relevancia de Coderch.

Pese a no ser conocido por el gran público, José Antonio Coderch (1913-1984) está reconocido como uno de los grandes arquitectos españoles del pasado siglo. Por tal motivo, la demarcación pitiusa del Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears (Can Llaneras, en Dalt Vila) dedica a partir del próximo martes su sala de exposiciones a revisar la influencia que la tradición y el racionalismo arquitectónico tuvo en su obra. La muestra, realizada por iniciativa del Ministerio de Formento en el año 2000 y con la colaboración del Col·legi Oficial d'Arquitectes de Barcelona, será inaugurada a las 20,30 horas. La misma podrá ser visitada de lunes a viernes de 09,00 a 13,00 horas por la mañana y de 16,00 a 18,00 horas en horario de tarde.

«Coderch, la reserca de la llar. 1940-1964» engloba la época situada entre la obtención del título de arquitecto de Coderch en la Escola Superior d'Arquitectura de Barcelona y la obtención del Premio Nacional de Diseño República Argentina y el Premio Delta Adi FAD por el diseño de la chimenea de chapa «Capilla».

En dicho intervalo de tiempo, Coderch llevó a cabo una de sus obras más importantes, la llamada «Casa Ugalde» y fue autor igualmente del pabellón español en la IX Trienal de Arquitectura de Milán. Precisamente, este último proyecto fue distinguido con el galardón al mejor pabellón.

Según señaló en el año 2000 el director general de l'Habitatge, l'Arquitectura i l'Urbanisme, Fernando Nasarre de Goicoechea, «la figura de Coderch es uno de los puntos importantes del itinerario internacional de la arquitectura española. Su prestigio emana, en gran parte, de una actuación profesional en la que se mezclan las posibilidades de una interpretación de la tradición y la capacidad de una lectura actualizada de los modelos racionalistas».

Junto a Manuel Valls, José Antonio Coderch, desarrolló una línea arquitectónica en la que se buscaba un nuevo modo de entender la modernidad, integrando a la misma la cultura propia Mediterránea (un punto en el que coincidieron con otro de los grandes arquitectos del siglo XX: Josep Lluís Sert). Además, Coderch formó parte del llamado Team X y fue miembro fundador del Grupo R. «Originalidad como retorno al origen», esta frase de Antoni Gaudí podría emplearse perfectamente para el camino establecido por Coderch y Valls a lo largo de su carrera.

Durante la década de los años cincuenta, esta manera de entender la arquitectura les llevó a realizar algunos de sus proyectos más ilustrativos, como la Casa Rozs, la Casa Tàpies, un edificio de viviendas en La Barceloneta o la Casa Uriach.

Entre los galardones obtenidos por Coderch destaca la medalla de Oro de la Exposición Nacional de Bellas Artes (por el proyecto no construido de Torre Valentina -1959-). Su labor como arquitecto le permitió igualmente ejercer la docencia como profesor de proyectos en la Escola d'Arquitectura de Catalunya, siendo también académico electo de la Reial Acadèmica de Belles Arts de Sant Jordi.