A partir de las 19,00 horas de mañana viernes House Gallery
volverá a abrir sus puertas, tras permanecer cerrada más de tres
años por el incendio que destruyó sus instalaciones en diciembre de
2000. Para la ocasión, este espacio expositivo de la Avenida
Ignacio Wallis de Eivissa ha elegido dos exposiciones de corte
etnicista: una muestra de pinturas de Gerard Omez y una selección
de la colección J. Cortecero de arte étnico, que estarán abierta al
público hasta el 30 de octubre. La siguiente propuesta será una
exposición colectiva con obras de los artistas que presentaron sus
trabajos en esta galería, tanto locales como extranjeros, aunque
abundando más los últimos.
Para la ocasión, Gerard Omez ha seleccionado una quincena de
cuadros de variado formato realizados con acrílicos y pigmentos que
guardan cierto parentesco con el arte primitivo, incluso de origen
africano. «Mucha gente me pregunta al ver mi pintura que si me he
inspirado en Àfrica, pero la verdad es que jamás he pisado este
continente», explicó ayer a este periódico. Se trata más bien de un
interés hacia la sencillez de unas formas al servicio de la
intención que busca en la pintura: «Crear una emoción en la que
exista el misterio», precisó.
El proceso de creación de Omez tiene un ritual que nace del
dibujo. «Me viene de pronto y a partir de la imaginación, pues no
trabajo con modelos. Es algo que hago muy rápido, de una forma
simple y depurada, por esa razón recuerda el arte primitivo
africano, pero también las esculturas griegas de las Cíclades,
ciertas creaciones de Oceanía». A partir del dibujo es cuando el
artista entra en el motivo más trabajado de su creación, el color.
«Es algo que me interesa mucho. Trabajo con una amplia gama de
colores, pero no definidos, sino que los aplico por capas sucesivas
para hacer salir a la figura de la materia, con acrílicos,
pigmentos, gratages...», explicó.
La relación de Gerard Omez con el arte primitivo no ha seguido
el curso habitual. «Creo que el proceso ha sido más bien al
contrario. Conocía bien los trabajos de Picasso, de Modigliani y
demás artistas de la vanguardia; también me interesa mucho la
pintura italiana dequatrocento, sobre todo la de Piero della
Francesca. Pero mi preferencia por este tipo de arte no tiene que
ver con un tiempo, un continente, ni unos artistas particulares,
digamos que se trata simplemente de la elección de un género
artístico que es un tema universal. Incluso creo que mi interés en
estas formas radica en que refleja la fragilidad y la soledad del
ser humano, en un intento por ver que hay detrás del otro lado del
espejo», afirmó Omez.
La relación del artista francés con Eivissa viene de muchos años
atrás, en una conexión con varios amigos (algunos artistas, como
Michel Buades o Michel Bohbot). «Desde hace unos 30 años vengo de
vacaciones a la isla para verlos, y porque me encanta, también para
trabajar, aunque no exponga. Pintar tranquilo en la zona de Santa
Gertrudis, donde viven casi todos mis amigos, es una maravilla»,
aseguró.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.