«Esperemos que tenga más suerte que el que presentó el Pacte y pueda ser aprobado por mayoría». Con estas palabras -no exentas de ironía política- el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, inició ayer la presentación del Plan Insular de Gestión del Patrimonio Historicoartístico para el bienio 2004-2005, que podría ser aprobado en el próximo pleno del Consell Insular, a celebrar el lunes 26. «Quiero agradecer el gran trabajo que han realizado los técnicos y colaboradores directos de la casa para su realización, pues a diferencia de otros, no hemos contratado a nadie de fuera para llevarla a cabo», añadió el conseller, remarcando que «todos los proyectos que se especifican en este Plan son fruto de conversaciones con alcaldes, concejales y representantes de la iglesia».

En este sentido, llama la atención que que el capítulo 8 de Plan Insular de Gestión del Patrimonio, dedicado a «Eivissa. Patrimoni de la Humanitat» no figure ningún proyecto para este año y el que viene. «No hemos puesto nada en concreto para que no se nos acuse de tomar iniciativas sin consensuarlas previamente con el Ayuntamiento de Eivissa». La única información al respecto sobre los bienes reconocidos por la Unesco es que «serán objeto de especial atención por parte del Consell en colaboración y coordinación con el Consorci Eivissa Patrimoni de la Humanitat y el resto de instituciones responsables en materia de patrimonio».

El Plan Insular de Gestión del Patrimonio Historicoartístico se realizar para dar cumplimiento al artículo 99 de la Ley 12/98 del Patrimonio Histórico de Balears. Un plan no exhaustivo y sujeto a probables cambios, como se especifíca en el mismo: «Algunos proyectos se verán incrementados y otros, tal vez, reducidos. El trabajo diario y los imprevistos irán marcando la pauta», se afirma en el prólogo del Plan, que se cierra con unos famosos versos de Villangómez: «Voler l'impossible ens cal/ i no que morí el desig» («Necesitamos querer lo imposible/ y que no muera el deseo»).

El primer capítulo del Plan de Gestión del Patrimonio está dedicado a los bienes eclesiásticos, que incluye a todas las iglesias de las Pitiüses más la Catedral.