El Teatro Real abre sus puertas a la zarzuela y despedirá el 2003 con «El dúo de La Africana», de Manuel Fernández Caballero, en un montaje con «sorpresas», a modo de «aguinaldos líricos», que el fallecido director de escena José Luis Alonso estrenó en 1984. Mañana y el miércoles el Teatro Real, en colaboración con el de La Zarzuela, en donde se estrenó este montaje, acogerá «El dúo de La Africana» en una iniciativa que se pretende que tenga continuidad en próximas Navidades.

«Queríamos hacer algo jocoso, algo más ligero en estos días de fiesta, y nada mejor que esta zarzuela para reírnos de nosotros mismos», dijo ayer, en un encuentro con periodistas, el director artístico del Real, Emilio Sagi, para quien este trabajo de José Luis Alonso es «una auténtica joya del teatro español». «El dúo de La Africana», con libreto de Miguel Echegaray y estrenada en 1893, es una mofa del mundo de la lírica, especialmente de la ópera italiana, con constantes alusiones a la «grandeur» del Teatro Real. Para Juanjo Granda, ayudante de dirección que fue de José Luis Alonso, y director de escena de este montaje, más que una zarzuela cómica en un acto «estamos ante una opereta bufa con todas sus consecuencias». En ese carácter cómico, bufo, insiste el espectáculo que creó José Luis Alonso para La Zarzuela y que se ha repuesto, siempre con gran éxito, en numerosas ocasiones desde 1984. «Quizá no sea uno de sus grandes trabajos, pero sí uno en los que más energía y talento puso», recalcó Granda. Con esta reposición el Teatro Real quiere recordar y rendir un homenaje a uno de los más brillantes directores españoles de las últimas décadas, «un gran maestro para todos los que hoy nos dedicamos a este oficio. A él, y a José Tamayo, desaparecido este año, generoso y simpático también, le debemos su maestría y una forma de amar el teatro», dijo Emilio Sagi. Jesús López Cobos, director musical del Teatro Real, estará en el foso ambos días al frente de la Orquesta Sinfónica de Madrid, en la que será la primera vez que dirige una zarzuela completa. «Antes - recordaba- he dirigido arias, en recitales, por ejemplo con Teresa Berganza, pero nunca hasta ahora una zarzuela completa. Para mí, es como volver a la infancia, porque me crié escuchando cantar a mi madre zarzuela todo el día».

Durante sus muchos años como director de la Opera Alemana de Berlín, desde 1981 hasta 1990, López Cobos hizo suya la tradición centroeuropea de despedir el año con música, como la opereta de Johann Strauss «El murciélago», y echaba en falta algo similar en España y más concretamente en Madrid. «Para mí -comentó- un fin de año sin música no es tal». Por eso le pareció «fantástico», y aceptó a la primera el ofrecimiento de dirigir las dos funciones previstas, cuando a Sagi se le ocurrió programar «El dúo de La Africana». Pero los preparativos, se lamentaba hoy el músico zamorano, no han sido fáciles, ya que no existía una edición «como Dios manda» de la partitura de esta zarzuela. «Los materiales eran antediluvianos, y eso me parece inadmisible», recalcó. Para López Cobos, esta situación de desidia, de dejadez, que sufre el patrimonio musical español es una de las causas de que la zarzuela no haya tenido ni tenga el auge y la presencia escénica que se merece. A pesar de todo, López Cobos sostiene que la zarzuela merece estar en los grandes teatros, tanto en España como fuera, «donde goza de gran éxito, a veces incluso más que aquí». «Durante décadas, ha sufrido una especie de maldición y una serie de prejuicios estúpidos», insistió.