Sobre estas líneas se puede ver una de las fotografías que Pedro Giménez realizó en Eivissa el pasado mes de septiembre.

SARA YTURRIAGA
El fotógrafo Pedro Giménez Jareño ha plasmado a través de sus imágenes muchos rincones de Eivissa, especialmente aquellos en los que ha encontrado elementos arquitectónicos que le han inspirado, «por su geometría, la textura de las paredes y el juego de las sombras». Estos días se ha podido ver en las instalaciones de la empresa Crometex, en Madrid (calle Miguel Fleta número 5), una selección de 35 imágenes de una serie realizada el pasado mes de septiembre durante uno de sus habituales viajes a la isla. La asociación «entreFotos» (www.entreFotos.net) ha sido la responsable de organizar esta muestra en la que han participado un total de 42 fotógrafos. Pedro Giménez ha colaborado con ellos en varias ediciones, siempre con fotografías de Eivissa, y en la página web de «entreFotos» se puede visitar una galería de imágenes del artista donde presenta varias instantáneas de su tema más recurrente, la arquitectura ibicenca.

Nacido en La Roda (Albacete), está vinculado a la isla desde hace más de 25 años, tanto por cuestiones de trabajo (tiene un negocio en Eivissa) como porque en este entorno encuentra un marco inmejorable en el que desarrollar su creatividad. En 1980 participó en una exposición local y realizó trabajos para un taller de cerámica de la localidad de Sant Agustí. «Desde entonces no he vuelto a exponer allí, pero tengo pendiente una muestra en «sa Nostra» que en principio iba a hacerse en 2004 pero que por problemas de espacio habrá que retrasar; pero esperaré lo que haga falta porque quiero que sea en esa galería en concreto», explica Giménez, quien actualmente reside en la capital.

Su interés por la fotografía comienza en la década de los setenta y entre los años 1983 y 1985 realiza estudios y participa en distintos talleres y seminarios, aunque sus trabajos se centran en los reportajes. Sus viajes al Sahara, México, Egipto y sobretodo India marcaron su trayectoria profesional, pero en los últimos años ha vuelto a centrarse en el estudio de la arquitectura, primordialmente la ibicenca. «La arquitectura tiene un especial valor para mí, aunque es un trabajo difícil porque cuesta mucho encontrar las localizaciones apropiadas, después hay que observar, moverse mucho, tomar notas y, finalmente, volver al lugar con el equipo para hacer las fotografías», cuenta Giménez, quien en la actualidad colabora en diversas revistas y guías de viajes, además de participar en diversas exposiciones a lo largo del año.