S. M. DEBELIUS
Júlia Ribas presenta su nueva exposición de pintura pasado mañana en Can Tixedó. Sus obras hablan de recuerdos, de sensaciones y de sus raíces. «Son cuadros de temática variada; algunos hablan de escenas cotidianas en Àfrica, gente cosechando, yendo a por agua... El estilo de esta serie es figurativo pero a la vez intuido, no es realismo cómo tal. También expongo cuatro cuadros de desnudos y varios paisajes de marinas. Estos últimos tienen mucha luz, podrían ser calas de la isla porque aunque pinto en casa, siempre están en mi mente. Las marinas que realizo siempre reflejan parte de esa esencia, con muchos colores y mucha luz», explicó la artista.

Júlia lleva siete años pintando, algo que nunca planeó, ya que surgió, al igual que su primera exposición en agosto del 96, de forma espontánea. «Empecé pintando para decorar la casa y llegó un momento en el que me encontré de repente con 60 cuadros. Entonces, aunque nunca lo había pensado antes, decidí que sería bueno exponerlos; además, vivía en un piso pequeño y con los lienzos prácticamente no cabía nada más. Un día cogí todos los lienzos, los metí en el coche y fui a la Galería de Marta Torres a ver que me decían. La chica que había allí, al ver los cuadros, me dijo que si quería me daban fecha para agosto de ese mismo año y así empecé», comentó Júlia. «A partir de ese momento he ido pintando cada año, por hobby, porque me gusta, además el éxito de la primera exposición me dió ánimos, fue un gran empuje. Desde entonces cada año he expuesto en varios sitios de la isla. Estuve mucho tiempo exponiendo en el Bar Galería Destino de Sant Josep, allí los cuadros se vendían muy bien y a la gente le gustaban», añadió.