La galería Van der Voort de la plaça de Vila acogerá a partir de las 20,30 horas la primera exposición en Eivissa de Eduardo Barco (Ciudad Real, 1970). Militante en el ámbito de la abstracción geométrica, Barco pertenece a la generación de jóvenes artistas españoles que, volcados en la pintura, se niegan a limitarse a los materiales habituales. Así, como soporte de sus creaciones utiliza lonas de algodón en las que enfatiza sus texturas y pliegues.

El propio autor ha escrito en torno a estas telas que se trata de una necesidad de trabajar sobre conceptos como peso y atmósfera, quietud y fragilidad, movimiento o frontalidad, procurando anular toda improvisación. Según la directora de la galería, Cati Verdera, la obra de Eduardo Barco «son pinturas construidas de manera controlada, milimétricamente, serenas, llevadas a cabo sin prisas y, también, como sin esfuerzo aparente». «Su trabajo contiene un conocimiento profundo de la pintura y está cargado de referencias históricas. Sería difícil no pensar en la huella dejada por los planteamientos minimalistas, con su exploración de la reductividad, de la serialidad, la negación del detalle, el despojamiento, la precisión formal, el vacío de asociaciones, como también de las reflexiones postminimal y de artistas como Robert Ryman», precisó la galerista.

A pesar de su juventud, la obra de Eduardo Barco ha sido presentada en destacados foros y trabajos suyos figuran ya en colecciones del prestigio de la del Banco de España, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Iberdrola, Caja Madrid, Unión Fenosa, Diputación de Segovia, Museo Municipal de Madrid, Caja Rural del Sur o Colección UNED.