S. M. DEBELIUS
Las tareas de limpieza de las murallas comenzaron ayer en el Balluarte de Sant Pere.

La empresa encargada de la tarea es Traverme, y en este proyecto trabajan un total de seis personas.

Esta limpieza está dividida en dos fases. La primera consiste en fumigar toda la muralla con herbicida para eliminar las plantas. Esta actuación les llevará quince días, según se explicó ayer.

Pasado ese tiempo, se procederá a la segunda fase de limpieza propiamente dicha. Para entonces el herbicida habrá hecho efecto y se podrán extraer las plantas en su mayoría de raíz.

Una vez limpia, la muralla deberá someterse cada cierto tiempo a un mantenimiento para que no vuelvan a salir las destructivas alcaparras.

La tarea es un desafío a la gravedad. Equipados con un traje especial como los usados en el desastre del «Prestige» (gafas protectoras, guantes y casco) se descuelgan sujetos a un arnés por las paredes de la muralla. Las altas temperaturas están dificultando la tarea.