Las excavaciones arqueológicas que desde hace una semana se están llevan a cabo en el solar del viejo edificio de la Escola d'Arts i Oficis (Avda. España) han descubierto un enterramiento tardo romano (siglo III-IV d.C) con diez tumbas aparentemente intactas. El delegado insular de Educació, Antoni Marí, señaló ayer que «hasta que no se den por acabadas las excavaciones no se puede comenzar el proyecto del nuevo Conservatori». En cualquier caso, será la Comisión de Patrimonio la que decidirá al respecto. «Por la experiencia en el solar de al lado, en el que el informe de los arqueólogos decía que se llegó pronto a las capas freáticas, y es agua, supongo aquí también pasará algo parecido».

Al encontrarse el local en el área de influencia de la necrópolis del Puig des Molins, es obligatorio hacer este tipo de intervenciones antes de proceder a la construcción de un nuevo edificio. «Según el proceso normativo, primero hay que hacer catas arqueológicas, y en función de lo que revelen, la Comisión de Patrimonio decide o no que se hagan las excavaciones», informó Marí. En este caso, en el solar de unos mil metros cuadrados se hicieron seis catas; dos se han dejado, de momento, como estaban, y se está excavando en las cuatro restantes.

Respecto al hallazgo de lo que se pensó que podría ser el inicio de un acueducto romano, los arqueólogos Roc Arola y Lluís García (encargados de las excavaciones) han asegurado que «de romano no tiene nada; se trata tan sólo de una acequia más bien moderna, que desde el punto de vista arqueológico no tiene ningún interés», concluyó Marí.