Un poema religioso que aún se lee en las sinagogas.

El descubrimiento de una inscripción con caracteres hebreos en el baluarte de Sant Jaume parece ser que se remonta a varios meses atrás, aunque ha sido el historiador Antoni Ferrer Abárzuza el que lo ha dado a conocer recientemente. Tal afirmación la ha hecho a Ultima Hora Ibiza y Formentera el director del Museu Arqueològic, Jordi Fernández. «A mí me dio la noticia hace varios meses un policía municipal, y fui con dos compañeros del museo a ver de que se trataba. En principio parece que la inscripción es auténtica y que lleva tiempo ahí. Para saber de qué se trataba, mandé la documentación a la hebritista María José Estañol, pero aún no me ha contestado». «Nosotros no hemos publicado nada sobre el tema porque queríamos saber primero si era algo interesante, y porque me dio cierto miedo a que algún salvaje (que haberlos, haylos) no fuera con una picoleta y lo machacara».

Por su parte, el investigador y periodista Nito Verdera, colaborador de Ferrer Abárzuza, ha obtenido una valiosa información sobre la misteriosa inscripción: «Pedí un informe técnico a Benjamín Richler, director del Instituto de Manuscritos hebreos macrofilmados de Israel, y me ha contestado diciendo que no es un salmo sino un poema de Judah Ha-Levi un poeta judío español nacido en Tudela en el siglo XII. Es un poema religioso de los que aún se leen en las sinagogas, y de manera especial el día del Yon Kipur».

Benjamín Richler adjuntó a Nito Verdera la traducción al inglés del texto inscrito en la muralla, y éste ha hecho la siguiente traducción al castellano: «Despierta, durmiente, no duermas, deja de hacer tonterías./ Despídete de los caminos del hombre, mira en los del Sublime/ y corre a adorar al eterno como las estrellas corren por los cielos./ Basta, ¿por qué duermes? Despierta y reza a tu Dios» .

Según apunta Nito Verdera, la consellera de Cultura, Fanny Tur, «se ha comprometido a tener lo antes posible un informe técnico completo para saber la antigüedad de la inscripción, que podría ser del siglo XVII o XVIII y obra de algún judío converso, según ha dicho Ferrer Abárzuza». «Y luego, lo que hay que hacer es protegerlo bien con metacrilato antes de que hagan una salvajada, como ha pasado ya con los paneles informativos de la museización de Dalt Vila», señaló el padre de la teoría sobre el origen ibicenco de Cristóbal Colón.

En cuanto a que una inscripción de un tamaño considerable haya pasado desapercibida durante tiempo, Jordi Fernández no lo ve tan extraño. «Puede haber sido por las alcaparras o por su ubicación. A veces pasan cosas así, como nos sucedió a Luis Pantalamor y a mí en 1974 en Formentera, que tuvimos la fortuna de saltar una pared y apareció el monumento megalítico de Ca na Costa. Supongo que lo habría visto media isla, pero nadie había dicho nunca nada», aseguró el director del Museu Arqueològic.

En cualquier caso, un misterio más, de los tantos como encierra una isla con un pasado tan rico, complejo y curioso; una huella más de la presencia judía, tan poco conocida todavía.