Una puesta en escena de las cuatro que se han instalado en Dalt Vila.

Las murallas de Dalt Vila encierran a partir de ahora un museo a la intemperie en el que se muestra, en un itinerario didáctico, los principales elementos y la historia de la fortificación, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El Ayuntamiento mantiene que Eivissa es la primera ciudad que lleva adelante un proyecto de museización didáctico al aire libre. Para ello, el Consistorio ha invertido 600.000 euros (100 millones de pesetas).

Los elementos del museo más llamativos son las escenografías sonorizadas con sombras situadas en el interior de las garitas y casamatas que representan episodios vividos en el interior del recinto amurallado en distintas épocas. La más curiosa de todas se encuentra en el interior del túnel del Soto y en ella se ve la silueta de dos guardias jugando a los dados sobre una mesa cuando de pronto aparece un mando que los llama al orden (los tacha de vagos) para que ocupen su puesto de guardia. Cada una de las escenografías se pueden oír en cuatro idiomas (castellano, catalán, inglés y alemán). Aparte de las escenas, una voz en off expone de forma concisa y didáctica un momento determinado de la historia de las murallas. Las otras escenas se pueden ver en las garitas de Sant Jaume (Guerra de Sucesión en el siglo XVIII), Sant Lluc (construcción de las murallas en el siglo XVI) y Santa Llúcia (los corsarios ibicencos).

También se han instalado dos baterías de cuatro cañones en los baluartes de Santa Llúcia y Sant Jaume como parte de la puesta en escena. Se trata de réplicas de los cañones de hierro de 24 libras del siglo XVIII, que entonces era la artillería más potente de la época. En contra, en el Caballero de Sant Lluc (fortificación sobreelevada instalada sobre el baluarte de Sant Pere) se puede ver la reproducción de un cañón del siglo XVI que podía lanzar una bola de hierro a un kilómetro de distancia.

Aparte de las puestas en escena, por el recinto amurallado se distribuyen casi un centenar de carteles con información iconográfica, también en cuatro idiomas, que permite conocer mejor las instalaciones y sus funciones defensivas. A través de estos carteles se desmenuza hasta el más ínfimo detalle de la arquitectura de las murallas, sus elementos defensivos o la vida en una época concreta.

El itinerario prevé una última parada en la casa de la Curia donde hay un videowall con imágenes de Dalt Vila y una pantalla táctil para que el visitante pueda navegar con un solo dedo por el interior del histórico recinto. Este será, además, el centro de información para los visitantes.