Cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de la muerte
del Nobel Camilo José Cela, una exposición que se inauguró ayer en
el Reina Sofía muestra los trece aguafuertes sobre plancha de
cobre, con mujeres pintadas en negro y flores en la cabeza, que
ilustraron el libro que el escritor tituló «Cuaderno de El
Espinar». Unas mujeres que el autor de «La Colmena» convirtió
después en esculturas de bronce patinadas al fuego que también
forman parte de esta exposición del Museo Reina Sofía, y que dan a
conocer a un Cela artista, influido por su amigo Picasso, con quien
trabajó en más de una ocasión.
El libro, «Cuaderno de El Espinar» que Camilo José Cela concluyó
en el año 2000 durante un verano en Marbella, está editado por E
estol de Lletres, cuyo director Jordi Nubiola explicó ayer que Cela
concibió este libro como «un libro de autor». «Cela era un
escritor, un artista y un bibliófilo y creó este libro como un
objeto de arte, a la medida de su concepción del libro ideal, sin
límite alguno. En los libros de estas características, es tan
importante para su autor el sentido de las palabras como puede ser
la tipografía que las representa».
El libro, cuyas últimas correcciones fueron hechas por Cela en
2001, está hecho de forma artesanal y su editor ha lanzado una
tirada de trescientos únicos ejemplares, a 2.850 euros cada uno y
de las doce esculturas, una tirada de 35 a un precio de 2.500 euros
cada una. Cada volumen de «Cuaderno de El Espinar» pesa algo más de
dos kilos y se presenta en un estuche, ambos hechos de papel y piel
negra.
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