La prueba comparará el ADN de las tumbas del almirante con el de su hermano Diego.

EFE-EIVISSA/R.C. La Universidad balear (UIB) quiere analizar el ADN de miembros de las familias Colom afincadas en Cataluña, Comunidad valenciana y Baleares para compararlos con los restos del hermano de Cristóbal Colón, Diego, exhumados recientemente, y demostrar así su origen ibicenco. La profesora de Genética de la UIB, Misericordia Ramón, consideró en declaraciones a EFE que estas pruebas podrían confirmar definitivamente el origen catalán del descubridor de América y cerrar para siempre las líneas de investigación que le consideran miembro de una familia genovesa.

La iniciativa ha partido de periodista ibicenco Nito Verdera, que estudia los orígenes de Colón desde hace décadas y que mantiene la teoría de que el almirante era de origen ibicenco y que su apellido original sería Colom. Verdera dijo a EFE que los estudios de ADN pueden haber «abierto la caja de los truenos y la veda para comenzar a trabajar en nuevas técnicas que aclaren definitivamente quién era Cristóbal Colón». Para ello, habrá que comparar los restos de Diego Colón con los de las dos supuestas tumbas de Cristóbal, la de la Catedral de Sevilla y la del Faro de Colón de Santo Domingo, y cotejarlos con los de descendientes de las familias Colom de las zonas de influencia catalana.

Los análisis de ADN pueden también, según Nito Verdera, confirmar otra parte de su teoría que apunta que los restos ahora exhumados no son los del hermano del descubridor, sino los del propio Cristóbal Colón. Según esta teoría, el cuerpo del descubridor habría sido dividido y repartido entre Santo Domingo y la Cartuja de las Cuevas, en Sevilla, de donde el pasado septiembre se exhumaron los supuestos restos de Diego Colón. Esta teoría parte del catedrático de Santo Domingo Carlos Dobal, que en su libro «¿Dónde están los huesos del almirante?» cuenta que los restos de la Cartuja de las Cuevas y del Faro de Colon conforman un esqueleto completo que perteneció a un hombre de 1'75 metros de estatura y de entre 60 y 70 años de edad. Este resultado se obtuvo, segura Dobal, tras las autopsias realizadas en Sevilla (1950 y 1961) y Santo Domingo en (1959).

La teoría se completa con la afirmación de que Diego no sería el pequeño, sino el mayor de los tres hermanos Colón. Verdera aseguró que esto queda claro en un carta que Diego Colón envió al Rey Católico en 1512 y que se conserva en el Palacio de Liría de Madrid. En este escrito, según Verdera, Diego se identifica como «su hermano viejo y pobre y enfermo», lo que se traduciría como «el hermano viejo o el hermano grande» y, además, se establece el origen judío de los Colón, al incluir referencias al pueblo de Israel.