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El responsable del equipo del plan director de las Murallas de Dalt Vila se desplazó ayer a Eivissa para valorar las viejas troneras descubiertas hace unos días en el parapeto del baluarte de Santa Llùcia. En compañía del alcalde, Xico Tarrés, Fernando Cobos explicó las tres fases de dicho plan e hizo una valoración del hallazgo. «El protocolo de intervención del avance que estamos realizando es el que ha permitido descubrí dos niveles distintos de troneras y tres niveles distintos de parapetos, que corresponden a la lógica de su evolución, como se explica en el plan director».

Lo fundamental ahora «es saber la historia completa del parapeto, para cuando decidamos si lo tapamos o no, sepamos qué estamos tapando», apuntó Cobos, añadiendo que hay una serie de condicionantes a tener en cuenta: «Las distintas etapas de parapetos hay que desmotarlas y comprobar cuál es la más valiosa, que no siempre tiene por qué serlo la más antigua; o condicionantes de uso, porque la gente se podría caer; factores a ponderar a la hora de intervenir en cada caso concreto».

Por lo tanto, «la decisión que se tome por parte de la Comisión de Patrimonio y de los técnicos competentes dependerá de los resultados de las conclusiones del trabajo que se está realizando», precisó Cobos. Decisión que «implicará siempre la conservación de todos los restos, aunque ello no quiere decir que todos queden a la vista», apuntó.