El Cabildo no quiere que suceda lo mismo que en décadas pasadas,
cuando se rechazó la intervención de Joan Miró en la Seu. Los
pasados días 12 y 15, tanto el Capítulo -por mayoría- como la
Comisión Diocesana aprobaron la intervención de Miquel Barceló en
la Capilla de Sant Pere, un mural de terracota con la actualización
de Cristo resucitado y el milagro de los panes y los peces, así
como los cinco vitrales que se abrirán en dicha capilla. «Pan para
la vida del mundo» es el título del proyecto, una iconografía que
procede del capítulo VI de San Juan.
Barceló tiene el «beneplácito» del Cabildo y de la Universidad
para «seguir adelante», dijo el pasado sábado Pere Joan Llabrés,
delegado diocesano de Patrimonio, entidades implicadas en promover
este proyecto junto con el Govern. También se han mantenido
«conversaciones de palabra» con la Comisión del Patrimonio
Histórico del Consell Insular de Mallorca, que se muestra a favor.
Llabrés quiso destacar que se cuenta con la «aprobación del
obispo».
Fue Teodor Úbeda quien, hace apenas dos meses, lamentó ante los
medios de comunicación el rechazo a Miró en los setenta. En la
rueda de prensa, otros responsables de la Seu, el dean Joan
Bestard, el canónigo responsable de obras, Joan Darder, y mossèn
Llabrés defendieron fervientemente la remodelación de la capilla de
Sant Pere por parte de Barceló frente a las reticencias ciudadanas
sobre la oportunidad de retirar el retablo del siglo XIX que la
ocupa, «que irá a una parroquia».
Barceló ocupará el lugar que deje el retablo con un mural de
terracota, de 100 metros, en el que recreará una actualización del
Cristo resucitado. La imagen de Jesús, a tamaño natural,
descendiendo de la cruz mostrando al mundo las llagas abiertas,
será una figura exenta, integrada en el fondo de cerámica. En la
decoración no faltarán relieves del milagro de los panes y los
peces, «todo ello muy simbólico», dijo Llabrés.
El Cabildo, pero especialmente Llabrés, han ido marcando al
artista el camino de los contenidos iconográficos con indicaciones
«que siempre ha aceptado», afirmación que corroboró Barceló en
Madrid el pasado octubre cuando dijo que nunca se había sentido
presionado por los canónigos. Incluso ahora, al aprobar el
proyecto, se le plantearon al pintor «algunas observaciones de
complementación iconográfica» como, por ejemplo, «que el Cristo
quedara más resaltado». Barceló ha estudiado para ello con
detenimiento la iluminación que entrará por los vitrales. De lo que
no quieren hablar en el Capítulo es de dinero, de los costes de la
obra. Ésa es la parte que le toca negociar al Govern con entidades
patrocinadoras con la que ha habido conversaciones. El Ejecutivo
llevará el proyecto desde la Fundació Balears XXI.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.