La protección de la fábrica de púrpura hallada en un terreno de Pou d'es Lleó camina directa hacia la polémica. El celador del Consell Insular encargado de entregar la notificación de la institución acerca de la incoación de la documentación pertinente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) este reciente hallazgo arqueológico se encontró con la negativa del propietario del terreno a firmar el acuse de recibo.

Fanny Tur, consellera de Cultura del Consell, indicó a este periódico que, según el servicio jurídico del gobierno insular, aunque el propietario no haya querido firmar la notificación «por no estar de acuerdo con ella» -según reza la anotación del celador- sí se considera que tiene conocimiento del documento. Pese a ello, la conselleria remitirá una segunda carta en la que se especifica que en dicho terreno no pueden llevarse a cabo obras que puedan dañar los restos arqueológicos encontrados por el equipo dirigido por Carmen Alfaro y Benjamí Costa. «Si lo hiciera deberíamos actuar», remarcó la consellera.

Respecto al futuro de este enclave, Tur explicó que aún está por decidir si este BIC de Pou d'es Lleó constará como zona arqueológica o bien como zona de interés etnológico, puesto que en las proximidades del yacimiento se encuentran algunas de las casetas varadero mejor conservadas de la isla de Eivissa.