Una casa payesa congelada en el tiempo entre tumbas antiguas

Fernández no pudo adelantar ninguna fecha para la conclusión del proyecto. «Aún tardará un poco, todavía no se ha hecho la recepción oficial de las obras», apuntó. En cualquier caso, el edificio «no será un museo etnológico». «La idea que tenemos es montarla como una casa payesa congelada en el tiempo de hace 50 años o así; por decirlo de alguna manera, como si fuera un piso piloto de la época, una auténtica casa payesa con todas sus dependencias y peculiaridades.

Situada junto a uno de los pocos molinos que ya quedan en el histórico Puig que le da nombre, esta casa payesa, que permanece como un símbolo de un tiempo muy ajeno al de los bloques de pisos próximos, «tiene bastante antigüedad y ha sido reformada convenientemente a lo largo del proceso de los años, con ampliaciones y modificaciones de su estructura», comentó el director del Museu Arqueològic. «Todo el proceso de restauración ha quedado perfectamente documentado en un vídeo, que todavía no sabemos de qué modo se presentará; aunque también es probable que coloquemos algunas fotografías del mismo para que se vean las distintas fases», afirmó.