«Sólo la recuperación de la memoria puede abrir la puerta a una vida escondida detrás del olvido, dehacer silencios demasiado prolongados y retornar a la vida a un personaje que la Guerra Civil redujo al papel de muerto en vida». De este modo se refiere Magdalena Aguiló a la figura de Miquel Àngel Colomar con motivo de la exposición que el Centre de Cultura de «Sa Nostra» de Palma dedica a este artista.

Asimilador de las corrientes artísticas que llegaban desde el panorama internacional, Miquel Àngel Colomar (19031970) chocó con la sociedad tradicionalista mallorquina de principios del siglo pasado y su evolución se vio truncada además por la Guerra Civil.

«Colomar no es autor de grandes obras maestras, pero sus trabajos resultan de enorme interés porque, lejos de doblegarse a la tradición académica, aspiran a asimilar elementos innovadores», apunta Magdalena Aguiló. La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el próximo día 9 de junio, presenta una selección de obras de Miquel Àngel Colomar realizadas en tinta china, acuarela, óleo e incluso rotulador y bolígrafo, la mayoría de ellas sobre papel.

Ascendencia ibicenca para un creador mallorquín
Miquel Àngel Colomar nació en Palma en 1903. Hijo del ibicenco Miquel Colomar Puget, administrador de Consumo del Ayuntamiento de Eivissa, y de la mallorquina Isabel Moyà Palmer, cursó los estudios de bachillerato entre Eivissa y Palma y a partir de 1919 colaboró en la prensa ibicenca y en la revista «Baleares». Represaliado tras la Guerra Civil, falleció el 7 de octubre de 1970.