P. TUR El espacio expositivo de la iglesia de l'Hospitalet, adscrito al Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), ha sufrido un cambio visceral gracias a la intervención que ha realizado en esta sala Vicente Ganesha y que parte de diversas iconografías orientales, principalmente, para crear una atmósfera que, en palabras de los organizadores y el autor, «intenta establecer un diálogo abierto con el espectador».

La primera reacción del público que asistió ayer en la antigua iglesia de l'Hospitalet a la inauguración de esta inusual muestra era la de sorpresa. Las grandes telas con representaciones de divinidades hindús, de vivos colores y con focos situadas tras ellas, impactaban a los invitados nada más pisar el suelo de la sala. Acto seguido, todas las miradas se dirigían hacia el techo de l'Hospitalet, donde una gran cantidad de banderitas nepalíes completaban la imagen festiva y colorista de la exposición.

A continuación, los asistentes prestaban atención a las diversas vitrinas situadas en el centro y en uno de los laterales del espacio. En estas vitrinas, Vicente Ganesha ha colocado todo un micromundo iconográfico que mezcla sin ningún tipo de complejos los elementos orientales y occidentales. «Todo ha salido de la tienda», explicaba Ganesha al público. Piezas recogidas por el autor a lo largo de muchos años en sus idas y venidas por el mundo. La tarea de encontrar, recopilar y mostrar cumple en este aspecto con todos los requisitos para dar forma a una exposición definida en su presentación por Elena Ruiz, directora del MACE, como «cálida y emotiva».

El rostro de sorpresa de los invitados al entrar en l'Hospitalet encontraba su reflejo en el propio rostro de Vicente Ganesha, en el que se adivinaba la satisfacción por el resultado final de esta instalación, cuya luz fue bajada por indicaciones del autor para lograr un ambiente más recogido e íntimo.