'Novecento, el pianista de l'oceà', una fábula musical con moraleja

A modo de fábula, en la que Baricco formula una moraleja de crítica social y una defensa de la creatividad como fórmula de autodefensa existencial, «Novecento, el pianista de l'oceà» es una historia de soledad y amistad. Sin embargo, junto con la fuerza del texto, la obra se erige sobre todo como una historia de la música, de su significado, tanto el que siente el que la interpreta como el oyente. La misma estructura está dividida en unos esquemas que combinan movimientos musicales, como ritornellos, fugas y melodías que se van sucediendo a lo largo del relato, constituyéndose en el soporte formal de todo el montaje. Música de jazz, como un pequeño concierto antológico del género, fundida con un argumento teatral que, en definitiva, cuenta la historia de un pianista, explicada por un trompetista, perdidos ambos en la música del mar.

Mano a mano a entre un actor catalán y un músico mallorquín
«Novecento, el pianista de l'oceà», el montaje teatral que presentó ayer en Can Ventosa Fernando Bernúes, es un duelo interpretativo entre el actor Jordi Bosch Mataró, 1956) y el músico Agustí Fernández (Palma, 1954). El primero, uno de los actores más reconocidos del Teatre Lliure, ha sido dirigido por creadores de la talla de Lluís Pascual o Fabià Puigserver en montajes de éxito, como «Lorenzaccio». En cuanto al segundo, tiene en su haber una trayectoria musical que abarca desde la fundación de la Orquestra del Caos a la dirección del programa de TVE Glasnot y el Taller de Musics catalanes.