Miquel Costa dirige en la actualidad Editorial Mediterrània Eivissa.

Miquel Costa dirige en la actualidad Editorial Mediterrània Eivissa.

P.Tur10/03/01 0:00
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Editorial Mediterrània Eivissa cumple este año diez años de existencia. Miquel Costa i Costa es el responsable de la editorial y asegura que, tras hacer balance de esta década, prefiere pensar en las «cosas buenas» que le ha deparado esta experiencia. Lo que sí es una realidad es que tras diez años, la editorial continúa trabajando. Hace pocos días, el Espai Mallorca de Barcelona acogió la presentación de sus dos últimos volúmenes editados y el Parlament concedió una audiencia a los representantes de la editorial.

"¿Cómo han sido estos diez años?
"Han sido muy bonitos, pero al mismo tiempo con las dificultades que implica estar en una isla pequeña. En un lugar en el que con la lengua catalana no se ha hecho todo lo que se tenía que hacer. Pero pese a las dificultades, que seguirán existiendo, cuando uno hace un resumen se queda con las cosas buenas.

"Comparando los inicios con la actualidad ¿Cuál es el balance que usted hace?
"Encuentro la editorial muy semejante. Lo único es que en este periodo, tanto en instituciones públicas como editoriales privadas y asociaciones diversas, hay muchas más presentaciones de libros. A nivel de autores la situación es igual. Siempre hay alguien nuevo, pero al que conocemos perfectamente porque siempre tratamos temas locales.

"¿Cree que es suficiente la ayuda que llega desde las instituciones?
"Como editor nunca puedo decir que es suficiente. Siempre hay que aspirar a más. Siendo políticos, editores o empresas privadas nunca podemos estar satisfechos. Cuando se habla seriamente se puede criticar la situación, pero ésta es la normal. En general, la situación ha mejorado desde algunas instituciones de cara a la lengua, aunque aún hay lagunas.

"¿Y el futuro?
"El futuro lo veo pequeño. No debemos olvidar que estamos en una isla muy pequeña y que para salir los costes son muy elevados; la competencia que llega desde Catalunya es muy grande y nunca llegaremos, aunque no me gusta decirlo, a su nivel.