La Comissió de Patrimoni decidió en su reunión de ayer incoar expediente para que la noria de Murtera, con un área de protección de cien metros, sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento. Situada en las proximidades del colegio Juan XXIII de Eivissa, esta construcción tradicional pasará a formar parte de los bienes patrimoniales. «Ahora pediremos permiso a los propietarios para restaurarla, algo que ya se contempla en el plan de gestiones del patrimonio histórico de los próximos dos años», según explicó ayer a este periódico la presidenta de la Comissió y consellera de Cultura, Fanny Tur.

Otras resoluciones de la reunión de ayer han sido la de considerar los restos del antiguo campo de concentración de Formentera como «Lloc Històric», e informar favorablemente para que la Font de sa Canaleta y la zona de ses Torres (también conocida como Font de can Roges), de Sant Miquel, sean reconocidas como BIC con la categoría de Monumento.

Asimismo se han aprobado dos proyectos de reforma para restaurar las cubiertas de la iglesia de Corona, en Santa Agnès (por nueve millones) y los porxos de la de Sant Mateu (por dos millones). Por último, se ha dado el visto bueno a todas las cartas arqueológicas de las Pitiüses, «que estaban pendiente de pasar por la Comissió», apuntó Tur. Estas cartas serán enviadas a todos los ayuntamientos afectados, «para que conozcan en sus respectivos municipios lo que son estas cartas y las tengan en cuenta a la hora de otorgar licencias y de redactar modificaciones en el Plan General de Ordenación Urbana, que tienen que incluir estos yacimientos arqueológicos», explicó ayer la presidenta de la comisión.