La Casa Broner es un gran ejemplo de integración en el paisaje en el que fue construida.

El último pleno del Consell Insular aprobó la catalogación como Bien de Interés Cultural de la Casa Broner y del teatro Pereyra en la categoría de monumento. Los expedientes para esta declaración fueron iniciados hace ya algunos meses y vienen a concluir el grupo de bienes arquitectónicos protegidos por la máxima institución pitiusa después de que fuera considerado BIC el conjunto de viviendas proyectado por Josep Lluís Sert en Can Pep Simó.

Precisamente, el expediente de esta urbanización, al igual que el de la Casa Broner, obra del arquitecto y pintor Erwin Broner, fueron promovidos por la demarcación de Eivissa y Formentera del Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears, en un intento de proteger aquellos ejemplos de arquitectura moderna realizados en las Pitiüses.

La Casa Broner fue construida en 1960 y, según el informe realizado por el Col·legi d'Arquitectes, «es la demostración de la capacidad de su autor para situarse en cualquier contexto sin tener que renunciar a sus principios teóricos». En este mismo documento se resalta que Broner presentaba una serie de puntos constantes en su trabajo arquitectónico; «la atención puesta en el emplazamiento del terreno, el gusto por la composición horizontal, la continuidad entre los espacios articulados alrededor de la chimenea, el uso afinado de la técnica constructiva y la transparencia hacia el exterior, junto con la resolución minuciosa de todos los detalles y el diseño del mobiliario». En muchas ocasiones, Broner se mantuvo fiel a los principios teóricos postulados por Le Corbusier.

Además, y al igual que las viviendas de Sert en Can Pep Simó, la singularidad y la calidad de la Casa Broner figura catalogada en la relación de arquitectura moderna de la organización Docomomo (Documentación y Conservación de la Arquitectura del Movimiento Moderno). En la ficha referente a la casa situada en sa Penya se indica que «su apariencia es sencilla, ya que esteriormente se visualiza como un volumen puro que balconea con el mar». Pero destaca también el interior, señalando: «Interiromente, la riqueza espacial contrasta con la sencillez del volumen», dividiendo la estancia en varias plantas.