En el patio situado frente al edificio Poulet se han ubicado algunas de las catas de la campaña arqueológica.

Hablar con Enrique Díez Cusí es hacerlo con un enamorado de la arqueología. En cada una de sus palabras se adivina la pasión por su trabajo y en sus manos se encuentra la responsabilidad de realizar las primeras prospecciones arqueológicas en el interior del Castillo de Eivissa en mucho tiempo. Durante los próximos tres meses, Díez Cusí y un equipo formado por nueve personas más, intentarán extraer el máximo de información posible para que pueda ser redactada la segunda fase del proyecto de rehabilitación de esta zona. Su tarea consiste en trazar una serie de datos generales para que el próximo año pueda ser posible realizar una campaña a gran escala.

Díez Cusí alaba la decisión institucional que, retrasando la redacción de esta segunda fase, le ha permitido viajar de nuevo a Eivissa para investigar nuestro pasado. «La primera vez que me encargaron una campaña en estas condiciones fue en 1994, hace muy poco tiempo, pero parece que, lentamente, la conciencia es cada vez mayor», asegura este arqueólogo, nacido en Valencia en 1962, quien ha participado en campañas a lo largo y ancho de las Pitiüses y asegura que su ilusión, respecto a su actual tarea, es la de lograr «conocer la evolución del Castillo durante 25 siglos, durante toda su historia».

Las catas (una de las cuales está muy avanzada) han sido situadas en puntos 'estratégicos' para intentar obtener una imagen general del emplazamiento (alrededor del patio de armas, en la Casa del Governador, en el interior del edificio Poulet y en la línea de muralla que se dirige hacia el Palacio Episcopal). El arqueólogo elogia además el estudio previo realizado por el responsable del departamento de arqueología del Consell Insular, Joan Ramon Torres, que considera «una buena base» para empezar a trabajar.