Francesc Abad (Terrassa, 1944) se ha mantenido fiel a sus principios artísticos desde el comienzo de su carrera. La reflexión sobre la palabra, la memoria y la naturaleza son una constante desde aquellos años setenta en los que formó parte del Grup de Treball. La convicción que refleja en sus planteamientos convierte en contagiosas sus palabras. Para Abad, la verdadera profundidad de éstas es que «signifiquen aquello que quieren decir». En «Sa Nostra» presenta actualmente la muestra «La paraula i el món».

"¿El arte debe obligar a pensar?
"Sí. Si no, no tiene ningún sentido para mí.

"¿Cuál es la verdadera profundidad de la palabra?
"Que signifique aquello que quiere decir. Que no se tergiverse su significado. Si se trata de usar de otro modo la palabra, entonces hacemos metafísica o retórica, pero no significa que sea la verdadera palabra.

"Observando su obra anterior se puede comprobar que hay conceptos muy marcados, como la memoria y el paisaje. ¿Continúan presentes en su trabajo?
"Trabajo básicamente con tres conceptos. Uno es la palabra, otro el paisaje. La palabra porque a partir de que requiere un cierto esfuerzo para leer ha quedado en segundo término, y el paisaje porque lo ignoramos de entrada y entonces deja de existir. Siempre me han interesado estas dos ideas y son esenciales en mi obra. La tercera sería el espíritu crítico. He recogido toda una memoria de una serie de gente que justamente en momentos culminantes han seguido fieles a su pensamiento, desde Benjamin hasta Celan.