La galería Berri de Sant Agustí acogerá a partir de las ocho de esta tarde la inauguración de una exposición de esculturas de Antonio Hormigo. La muestra, en la que presenta un total de 14 piezas de tamaño medio y pequeño realizadas en madera, como es habitual en el artista de Sant Antoni, permanecerá abierta al público hasta el próximo día 14; desde las nueve a las once de la noche.

Hacía dos años que Hormigo no presentaba una exposición individual, lo que hizo en la misma galería que ahora le acoge; una costumbre que ya se le está volviendo tradición. «Puede ser; me gusta ese espacio y soy amigo de Gastao desde hace años. En cuanto al plazo entre exposiciones, me parece que dos años está bien; trabajo con tranquilidad, a mi aire; en arte no son buenas las prisas», señaló el veterano artista.

Y siempre con la madera, el árbol como soporte en el que buscar con sus manos la pieza en la que intuye ya la forma antes de ponerse mano a la obra. «Sí, el árbol es mi debilidad, mi materia prima preferida. He utilizado otras, pero pocas veces. Seguramente es algo simbólico; me acerco al dicho aquel de 'la curva, creación de Dios; la recta, creación del hombre'. O sea, que soy sumiso a las formas de Dios y no invento demasiado con la recta del hombre», explicó.

Aunque a veces se haya acercado tangencialmente a la abstracción e incluso al surrealismo, las esculturas de Antonio Hormigo son mayormente figurativas. «El arte siempre ha sido un intento del hombre por imitar la naturaleza; sobre todo en el arte plástico. Otro caso sería el arte meramente intelectual, especulativo, en donde cabe una mayor complicación y alejamiento del referente natural. Pareciera que ha habido una ruptura con la tradición figurativa, clásica; aunque yo creo que ha sido más bien una evolución necesaria para salir de la dictadura de tanto academicismo que encorsetaban la creación. El resultado, ya se ve, es un cierto confusionismo; ya que no hay escuelas, todo sirve, cada artista busca su forma de expresión y sin preocuparse demasiado de los principios estéticos. El famoso eclecticismo fin de siglo», señaló el escultor.