P. TUR «En 1970, Conrad Marca-Relli se estableció en Eivissa, donde participó activamente en el gran momento que vivían las artes plásticas en las Pitiüses. Expuso frecuentemente en la galería Carl Van der Voort y en algunas colectivas en el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MAC). Aunque esta etapa se reduce a cinco años, el artista continuó vinculado con la isla y forma parte de la historia de la pintura contemporánea que se ha desarrollado en ella». Estas palabras de Elena Ruiz Sastre, directora del MAC, figuran en el texto que elaboró en 1996 para la Gran Enciclopèdia de la Pintura i l'Escultura a les Balears y resumen la relación que el artista vivió con la isla, en la que se instaló en 1970.

Una de las personas que conoció bien a Conrad Marca-Relli durante su estancia en Eivissa es el también pintor Rafel Tur Costa. «Éramos muy amigos -recuerda-. Llegó a la isla seguramente influenciado por Carl Van der Voort, quien le habló del ambiente que se respiraba aquí. Así que se compró una casa en la urbanización de Sert en Cap Martinet, pese a que era un tipo de persona que no se encontraba a gusto en ninguna parte».

Según Tur Costa, Marca-Relli era una persona «muy introvertida, pero un personaje interesantísimo». Acerca de la relevancia de su aportación al arte que se desarrollaba en Eivissa durante la década de los setenta, el pintor ibicenco opina que «seguramente fue muy importante». «Pertenecía a la escuela de Nueva York -continúa-, pero estaba un poco aparte de las vanguardias de aquel tiempo. Era muy personal y a la vez gran amigo de Pollock o De Kooning. Estuvo al margen de esa escuela, pero a mi entender fue uno de los mejores pintores de aquella época», rememora Tur Costa.