Madrid20/07/00 0:00
Los restos del arquitecto y catedrático navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza, fallecido el martes en Madrid a los 81 años tras un largo proceso canceroso, fueron incinerados ayer en el cementerio madrileño de la Almudena. Considerado uno de los grandes maestros de la arquitectura española del siglo XX, Sáenz de Oiza manifestó desde los inicios de su carrera una actitud de compromiso con la forma arquitectónica y fue un verdadero vanguardista, como lo avalan algunos de sus edificios mundialmente reconocidos: los de Torres Blancas y la sede del Banco Bilbao Vizcaya, ambos en Madrid.
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