P. TUR El pintor James Taylor falleció el pasado miércoles a los 75 años de edad en su domicilio de Sant Carles. Una asistenta que trabajaba para él descubrió el cuerpo sin vida del artista en su cama por la mañana, al llegar a la vivienda. Fuentes cercanas a la familia señalaron que Taylor se encontraba débil de salud y que casi no salía de su domicilio en los últimos meses. James Taylor, de nacionalidad británica, nació el 20 de abril de 1925 y residía en Sant Carles desde hace treinta años. Durante su carrera artística llegó a trabajar en el taller de Fernand Leger en París, ciudad en la que obtuvo el «Prix de la Jeunne Pinture» en 1955 y el «Grand Prix des Pintures Etrangers du Musée d'Art Moderne» cuatro años después.

Los hijos del artista se han desplazado a la isla desde Francia y Alemania. Según las mismas fuentes, la primera intención de la familia es incinerar los restos del pintor y esparcir sus cenizas en el mar Mediterráneo, aunque este punto aún no ha sido confirmado definitivamente.

La obra de James Taylor ha estado marcada en sus años ibicencos por un dominio del dibujo y una preferencia por la mujer y el paisaje como temas. Las dos últimas ocasiones en las que pudieron contemplarse sus cuadros fueron el Supermercat de l'Art del pasado año y la última edición de la feria Art Ibiza celebrada en el recinto ferial.