Sonia Terol, en la imagen ayer en Eivissa, es nieta del prestigioso tenor español Pedro Terol. Foto: MARINA MART.

Sonia Terol acaba de publicar un disco en el que aúna la música clásica, concretamente arias de ópera, con el estilo pop. Un ejercicio arriesgado ante el que se muestra decidida y convencida de que logrará salir adelante. De hecho, la cantante asegura que «hay que eliminar prejuicios, fronteras y límites en la música. Hay que hablar de música en mayúsculas».

La vocación musical de Sonia Terol le viene de lejos. Su abuelo es el prestigioso tenor Pedro Terol y recuerda que en su casa sonaba continuamente ópera y zarzuela, aunque nunca hizo oídos sordos a la música de su tiempo. «También coincidía con los gustos musicales de cualquier chica de mi edad: George Michael o Madonna, por ejemplo, por lo que creo que este disco engloba las dos grandes influencias musicales que he tenido desde siempre: el mundo clásico y el pop». De momento, Terol ha contado con unos padrinos de excepción, la compañía discográfica Sony Music ha puesto sus ojos en ella y el prestigioso productor Chris Cameron ha colaborado también como arreglista. El disco ha sido grabado en cinco estudios diferentes entre Madrid y Londres. «Todo este proceso ha sido para mí como un sueño -afirma la cantante-. Me he sentido muy apoyada y no termino de creer la cantidad de medios que se han puesto a mi alcance».

Pero no todo es llegar, grabar y esperar el éxito. Sonia Terol continúa con sus estudios de canto, un factor que considera «una prioridad» para su carrera. Y una necesidad primordial para pasar del disco al directo, un paso que, según esta artista, tardará aún cinco o seis meses en ser una realidad. «Ahora estamos centrados en la promoción. Es un disco muy complicado para llevarlo sobre un escenario, por lo que habrá que esperar un tiempo», reflexiona.

Para llegar a las diez piezas que integran la grabación, Sonia Terol cantó en estudio un total de veinte, que finalmente han quedado en la cantidad citada. El proceso de selección fue «difícil», y ente la compañía, los productores y la propia cantante se desecharon temas hasta conformar definitivamente el disco.