Es la primera vez que Jesús Algovi (Jerez de la Frontera, 1968) expone en Eivissa; una muestra que reúne hasta el próximo 4 de mayo en la galería Alhadros cuadros e instalaciones en los que fusiona algunos de los campos del arte que frecuenta: pintura, escultura y poesía, en este caso. La exposición se titula «El color y su ausencia» y es casi un contrapunto de la anterior, «Breve amor eterno».

«El desamor, con la ausencia de color, la soga, y mitos como los de Sísifo, Teseo, el corazón de Ariadna, son símbolos y metáforas con los que me gusta jugar», explicó a este periódico, refiriéndose a las obras de la primera sala, reservando la segunda para las de contenido político: una instalación titulada «El poder te escucha» («es de un sarcasmo absoluto»), un cuadro titulado «Tensiones» («sobre el conflicto de Bosnia-Herzegovina») y otra obra sobre la sinuosidad de la diplomacia.

La interrelación entre las ramas del arte es una de las constantes en la producción de Algovi. «Creo que todas las facetas que uso, música incluida, son medios de expresión para buscar un resultado, que es lo que cuenta; el resto son recursos técnicos que hay, que cuanto más los domines, mejor». «La plástica sí la domino; ahí me muevo con mucha soltura. Con la poesía, menos, porque conozco la labor de los poetas y ante ellos me quito el sombrero. Igual me pasa con la música; a los 17 años la deje porque requiere una dedicación absoluta, es muy absorbente; por eso me centré en la plástica que es más directa para mí», añadió.