Pedro Almodóvar, con los protagonistas de «Todo sobre mi madre» apurando, ayer en Los Ángeles, la cuenta atrás del camino hacia el Oscar.

EFE-LOS ÀNGELES La «macro producción» que según Pedro Almodóvar son los Oscar, está a punto de empezar en el Auditorio Shrine de Los Àngeles, pero antes de que el telón se levante y se sepa si «Todo sobre mi madre» será el tercer Oscar del cine español, sus protagonistas deben recorrer un tortuoso trayecto. «Ese día es una macro producción. Y todos intervenimos de un modo u otro» declaró el director español al explicar las últimas horas de espera del equipo de «Todo sobre mi madre».

«Como toda producción, a la gente se le cita mucho antes: las chicas a las 10 de la mañana para maquillaje -Yo me voy a maquillar muy poquito- y después, a peluquería», prosiguió Almodóvar. Esto será siete horas antes del momento marcado para el inicio del desfile de estrellas sobre la alfombra roja que da entrada al Auditorio Shrine, a la una de esta madrugada. La hora de la verdad para muchos y muchas es, precisamente ese, el del desfile, aunque Antonia San Juan - La Agrado en «Todo sobre mi madre»- no considera que sea especial.

«Nervios no, ya hemos hecho la alfombra roja de Cannes que es otra alfombra», declaró confiada... aunque alguien mencionó a continuación cómo su compañera de reparto Penélope Cruz se trastabilló en ese momento con el vestido en la ciudad francesa. Pero en Hollywood, el espectáculo está perfectamente controlado por un estricto guión del que nadie puede escaparse para dar rienda suelta a su creatividad. Así lo admitía Almodóvar cuando se refería, por ejemplo, a su vestuario.