El polifacético artista Leopoldo Irriguible, natural de Aragón, reside y trabaja en Eivissa desde 1973. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

El Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona presenta desde el pasado mes de febrero una exposición colectiva en la que se rinde homenaje a la Petite Galerie de Lleida, una iniciativa artística que aglutinó en su entorno a lo más granado de la vanguardia catalana de finales de los 60 y los 70. En esa aventura en defensa del arte alternativo participó Leopoldo Irriguible, polifacético artista aragonés, afincado en Eivissa desde 1973, quien expuso en dicho espacio en 1970.

Para recordar el espíritu idealista de aquella iniciativa, impulsada por Jaume Magre, director entonces de L'Alliance Française de Lleida, se ha preparado dicha exposición colectiva con obra reciente de 10 artistas que en su día llevaron sus obras a la Petite Galerie y que con el tiempo han consolidado un arte que entonces daba sus primeros pasos. Son Leopoldo Irriguible, Àngel Jové, Fernando Megías, José Manuel Broto, Josep Ripoll, Rosa Siré, Frederic Amat, Antoni Llena, Carles Pujol y Silvia Gubern. En otro ámbito del centro están representadas las 56 exposiciones que se mostraron hasta 1976 en la mítica galería, con nombres tan destacados como Tàpies, Cuixart, Guinovart, Hernández Pijuan, Matisse o Joan Brossa. A juicio de Leopoldo Irriguible, Eivissa desperdició por aquellos años la posibilidad de aglutinar un movimiento de vanguardia como el que supuso la Petite Galerie, perdiendo muchos trenes y desaprovechando a artistas que se quedaron a vivir aquí. «El boom del turismo supuso para la isla una gran crisis cultural, que hizo que los artistas nos encerraramos cada cual en su estudio, huyendo del estilo que se iba imponiendo en la isla». Una situación que aún continúa. «Los artistas que viven en la isla siguen yendo un poco por libre y es muy difícil, por no decir imposible, que se produzca ya aquí iniciativas como las de la Petite Galerie, en las que el factor principal era la ilusión, los sueños, el idealismo».