El primer día de la primavera ha sido declarado por la Unesco a partir de este año Día Mundial de la Poesía. La decisión fue tomada el pasado mes de noviembre a requerimiento del Ministerio de Cultura español y su objetivo es «que se reconozca su papel social de comunicación intersubjetiva y que la poesía siga siendo instrumento de despertar y de expresión de la toma de conciencia». Para esta primera convocatoria no hay previstos ningún acto especial en las Pitiüses, acaso por la poca difusión que la noticia ha tenido, según han comentado a este periódico algunos profesores e instituciones consultados.

A juicio del poeta leonés Antonio Colinas, quien residió en Eivissa durante 20 años, este reconocimiento de la Unesco le parece «un hecho excepcional para los que apostamos por la poesía, para que sea un fenómeno generador de cultura y de valores éticos y estéticos». No cree el Premio Nacional de Poesía que la razón para ello sea debida a la mala salud de la lírica en el mundo. «Prefiero pensar que no es así. Casi todo el mundo tiene un libro de poesía en casa que de vez en cuando entreabre, y ello indica que el estado de salud de la poesía es bueno, aunque nunca esté suficientemente difundida. En cualquier caso yo soy de los que creen que siempre son buenos tiempos para la lírica».

Por su parte, el poeta ibicenco Jean Serra también se mostró satisfecho por este recién estrenado Día Mundial de la Poesía. «Cualquier cosa que se haga en beneficio de que se lea más poesía, que se promocione la obra de los poetas para que llegue a mayor número posible de lectores, y, en general, todo aquello que potencie los hábitos de lectura, será bueno; no sólo para la mayor difusión de los libros, , sino sobre todo para la humanidad». «Un buen lector de poesía es un ser humano más completo, pues genera a su alrededor tolerancia y sensibilidad, algo que hace mucha falta en nuestra sociedad, realmente», añadió.

No obstante, el poeta y pintor puso alguna objeción a esta declaración de la Unesco. «Personalmente no creo que debieran nombrarse días mundiales de nada, pues las causas que defienden, la paz, la mujer trabajadora, la lucha contra el sida y demás, deberían estar presentes en la conciencia de la gente durante todo el año». «Pero por desgracia parece que si no se le declara Día Mundial de algo, no se le tiene en cuenta suficientemente».