«No son cuadros propiamente dichos, sino objetos a medio camino entre el cuadro y la escultura». Con estas palabras, María Catalán definió a Ultima Hora Ibiza y Formentera las 30 obras reunidas en la exposición que inauguró ayer en la galería-librería El Libro Azul de Santa Gertrudis. La muestra, en el mismo espacio donde presentó sus trabajos hace dos años, estará abierta al público hasta el próximo 8 de abril. «Digamos que son cuadros-esculturas, objetos, esas cosas mías; hechas con materiales duros, como el cemento, el yeso, los alambres... aunque también ligeros como el papel de los periódicos».

Precisamente, esa dualidad entre la fuerza y la ligereza es una de las constantes en la producción de esta joven artista, nacida en Castellón de la Plana y residente en Eivissa desde su adolescencia. «Mi obra busca al mismo tiempo la fuerza y la liviandad. En esta ocasión, siempre con lo materiales estos como desecho que yo uso, utilizo, abundando acaso más que otras veces, las telas metálicas; porque estoy buscando más transparencias, algo que tenga fuerza y al mismo tiempo sea como muy ligero.

Al menos es eso lo que intento expresar», precisó Catalán, añadiendo que todas las obras que presenta en esta ocasión «son todas recientes; más o menos del año pasado y de lo que va de este». Una de las características más señaladas por la crítica respecto a sus creaciones es la rotundidad y la fuerza que comunican al espectador, aspectos poco frecuentes en las mujeres artistas. «Son tópicos que tienen algo que ver con la mentalidad machista y que no siempre son ciertos. Yo creo que cuando se refiere al arte, las mujeres sacan su parte fuerte y los hombres su lado sensible. Aunque en mi caso no es algo que busque intencionadamente; me sale así, no puedo hacer otra cosa. Trabajo de una manera muy intuitiva, nada intelectual y premeditada; como por instinto», confesó.