T. LIMONGI Jordi Savall no necesita presentación. Mundialmente conocido gracias a la banda sonora de la película francesa «Todas las mañanas del mundo», ha desarrollado una intensa labor como investigador de músicas antiguas, director de orquesta e intérprete de viola de gamba. Precisamente con este instrumento viajará a Eivissa el próximo día 18 para interpretar en Can Ventosa «La séptima cuerda», un repertorio integrado por piezas barrocas.

La investigación ha permitido a Savall conocer «como vivía la música una sociedad determinada». Para el músico, «es fabuloso conocer la música en su verdadero contexto social e histórico y vivir, a través de ésta, un momento de espiritualidad», afirma convencido. Savall interpretará creaciones de compositores y anónimos contemporáneos a Bach, o incluso anteriores, como Johannes Schenck, De Machy, Marin Marais Tobias Hume o Thomas Ford. El orden de las piezas será por antigüedad, aunque a la inversa. «Creo que es una buena ocasión para celebrar el año Bach», afirma el músico.

El público más generalizado descubrió a Savall gracias a «Todas las mañanas del mundo». Según el intérprete, el éxito de esta banda sonora se basa en que «es una música con una gran dimensión espiritual. El público joven conecta con esta música barroca tocada con la viola, que es un instrumento muy emocional. No es necesario haber estudiado música para sentirla», remarca.