Fueron unos instantes para el recuerdo.

Hacía pocos minutos que el canonge arxiver de la Catedral de Eivissa, Joan Marí Cardona, había recibido de manos del presidente del Govern, Francesc Antich, la Medalla d'Or de la Comunitat Autònoma y ya se encontraba afirmando que su tarea de investigación no había finalizado todavía. El canonge aseguró el pasado miércoles en el mismo edificio de la Llonja de Palma en el que se había llevado a cabo la entrega del galardón que se estaba dedicando a finalizar el sexto y último volumen de la colección «Illes Pitiüses».

Joan Marí Cardona ha hecho gala durante toda esta semana de una vitalidad envidiable. A sus 74 años de edad, el investigador ha dedicado gran parte de su vida al estudio de la historia de Eivissa y Formentera y, según él mismo ha asegurado, no tiene intención de dejarlo por el momento.

El pasado viernes, durante el homenaje a su persona celebrado en el Consell Insular, sus compañeros de investigación y paseos se encargaron de glosar la vida de este hombre, que sustituyó al frente de los archivos de la Catedral a Isidor Macabich. Todos destacaron su humanidad, su ironía, su sentido del humor y su defensa de la libertad. Pero en todos los parlamentos pudo extraerse una idea general: el amor que siente el canonge arxiver por las Pitiüses y su vitalidad a la hora de investigar o de encontrar atajos en sus tradicionales paseos sabatinos por el campo.