Un momento de la representación ofrecida ayer en Can Ventosa de esta ácida comedia sobre las relaciones personales entre varias generaciones. Foto: MARINA MART.

El auditorio de Can Ventosa presentó anoche un lleno total para presenciar la única función de «¡Ay caray!», de Benet i Jornet, en la versión castellana realizada por Emilio Gutiérrez Caba. Los aficionados ibicencos, al igual que ha sucedido en las ciudades en las se ha presentado, también se entregaron al humor sarcástico y a la crítica social que derrocha este texto, cuya versión original fue estrenada en Barcelona hace diez años con la misma escenografía que utilizan en este nuevo montaje; un trabajo de Fabià Puigserver, el carismático fundador del Teatre Lliure, a quien va dedicada la obra desde entonces.

Alejandra Torray, la única protagonista femenina de «¡Ay caray!», en declaraciones a Ultima Hora Ibiza y Formentera , definió ayer la obra como «una comedia ácida y con mala leche». «Es un texto que tiene más recursos que las clásicas del género. Te ríes mucho, pero también te hace pensar sobre la situación actual de la gente, el egoísmo que hay en el mundo en que vivimos, lo asquerosa que puede ser la vida tal como nos la montamos a veces», añadió.

Junto a ella, el elenco artístico lo integran rostros conocidos de la escena y de la televisión, como Guillermo Montesinos, Fernando Delgado e Iñaki Miramón, más el joven Miguel Àngel Tocado, que interpreta el personaje más frívolo de la historia. «Soy un joven de 18 años un poco pijín, que no sabe lo que va a hacer con su vida y le da igual una cosa que otra. Lo único que quiere es divertirse y pasárselo bien. Todo lo que ocurre en escena es para él un juego entretenido».

Al haberse escrito la obra hace diez años y tener un lenguaje coloquial, la versión castellana del texto ha tenido que ser puesta al día, como explicó Miguel Àngel Tocado. «Hasta hay cosas que hemos tenido que cambiar los actores, como expresiones que ya no se usan. Es que ni el catalán de hace diez años es igual al que se usa ahora, hay otra jerga, otro argot. Por eso se hacía necesario retocar un poco el guión para que sonara más actual, más vivo».