«Objetos de deseo» es el nombre que el pintor y escultor Lula
Martins ha dado a la instalación que ocupa una sala de la House
Gallery, dentro de la muestra colectiva «Empezar el milenio» (con
Miguel Buades, Cis Lenaerts, Alain Le Bras y Willy Nesgen), que
permanecerá abierta al público hasta el 4 de marzo. De clara
intención simbólica, el artista brasileño, residente en Eivissa
desde los años 70, ha creado en el pequeño recinto una especie de
templo, con luz rojiza y una música tipo «new age», al servicio de
los dos objetos centrales de la instalación: una columna cúbica,
que bajo el epígrafe «Seducción», muestra un collar de estilo
africano, que parece reverenciar a la otra pieza, un «Totem» de
madera e hierro, materiales con los que Martins suele realizar
todas sus obras escultóricas.
La instalación forma parte de una serie en la que Lula Martins
busca una reacción del público hacia una obra que se completa en la
opinión del espectador. «Cuando haces las cosas como yo, de manera
gestual, sin pretensiones intelectuales previas, salvo las
cuestiones técnicas sobre las que investigo, las conclusiones
vienen después, por parte de las interpretaciones del público.
Necesito ver lo que trasmito a través de la reacción de la gente».
Así, explicó a este periódico, «se puede entender esta instalación
como la ofrenda de la seducción a algún dios primitivo, al tiempo
que la tierra de la base del «Totem», rodeada de una sierra
circular, recuerda la tortura. Todo crea una interrogante, que es
la que quiero provocar: corona de espinas, Cristo, los vudús
africanos... Es decir, dejo margen para cualquier posible
interpretación del espectador; por eso busco objetos que provoquen
alguna reflexión; nada es gratuito».
La música que acompaña la instalación la compusieron unos amigos
suyos de Brasil «para un trabajo teatral conjunto que no
terminamos». Probó a ver si funcionaba con la instalación y la
respuesta la tuvo el día de la inauguración. «La reacción de la
gente fue estupenda; a pesar de la algarabía que había en la sala
principal, todo el mundo se quedaba callado, como en misa, cuando
entraban en el recinto de la instalación. En conjunto, el resultado
remite a un concepto religioso que tiene una base antropológica»,
señaló Lula Martins, añadiendo que su intención primera había sido
completarla con la proyección de diapositivas alusivas, pero no
pudo hacerlo por problemas de tiempo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.