El Castillo, visto desde la torre de la Catedral. Los técnicos pudieron revisar toda la zona durante la prospección que realizaron la semana pasada. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Los primeros resultados del estudio de geo-radar efectuado en el recinto del Castillo de Eivissa revelan la existencia de varias estructuras arquitectónicas ocultas en el subsuelo de esta zona, unas estructuras que podrían corresponder a restos de murallas derruidas, aunque el análisis definitivo de los datos debe realizarse aún por los técnicos, quienes trabajan sobre los mismos en Barcelona.

Dos investigadores de la Facultat de Geologia de la Universitat de Barcelona (UB), concretamente de su departamento de Geoquímica y Prospecció Geològica, Luis Bagán y Carlos Sellís, y una colaboradora que cursa el último curso de esta carrera, Lourdes López, viajaron a la isla la pasada semana para realizar el estudio sobre el terreno y recoger la mayor cantidad de datos posibles, los cuales están siendo procesados actualmente en dicho departamento de la UB.

Antoni Casas, catedrático de Prospecció Geològica de la UB explicó a Ultima Hora Ibiza y Formentera que gracias al geo-radar han sido halladas diversas estructuras arquitectónicas bajo el suelo que pueden ser «interesantes». Casas, cuyo equipo se ha hecho cargo con anterioridad de las prospecciones en las catedrales de Chartres (Francia), Girona o Ciutadella, indicó que dichas estructuras podrían corresponder a la cimentación de murallas ya derruidas.

«Tenemos miles de datos, un auténtico mar de datos, para procesar -indicó Casas-. Debemos hacer cartografías automáticas y poner en orden toda la información obtenida. Superponerla con la topografía del terreno y discutir los resultados con el arquitecto encargado de la obra y con el técnico arqueólogo del Consell Insular».

El equipo desplazado a Eivissa realizó la pasada semana un análisis por geo-radar, con prospección magnética y sísmica del subsuelo de todo el recinto situado en lo más alto de Dalt Vila. Casas, quien no viajó a Eivissa, señaló que la tarea pudo hacerse sin ningún problema, ya que no hubo ninguna zona del Castillo que no pudiera ser analizada por el equipo de la UB.