En 1969 el grupo Pink Floyd recibió el encargo del director de cine
Barbet Schroeder para realizar la banda sonora de la película
«More», en la que Eivissa era el escenario principal. La historia,
bajo el ojo eficaz del fotógrafo Néstor Almendros, contaba en tono
aleccionador la destrucción física y emocional de una pareja por
culpa de la droga.
La banda sonora de «More», que en este 1999 cumple 30 años, fue
compuesta a partir de las sensaciones y estados anímicos producidos
en Pink Floyd y trasmitidos luego en música. David Gilmour,
guitarra y voz solista de la banda, era el responsable, junto a
Roger Waters (bajo y voz) de los 13 temas incluidos en el disco, un
trabajo de carácter experimental en el que el influjo de la
psicodelía de la época queda reflejado en unas atmósferas sonoras
que evocan la época hippy de Eivissa, en la que los experimentos
con sustancias estupefacientes alucinógenas eran frecuentes entre
los jóvenes americanos y europeos, que encontraron en la isla un
paraíso natural para dar rienda suelta a sus fantasías de
libertad.
Según explicaba el crítico Jordi Sierra i Fabra en su biografía
de Pink Floyd, «este disco fue un puente entre los últimos restos
de psicodelia pura y el arranque del Pink Floyd futuro. La misma
premura y rapidez con que fueron compuesto los temas y también
grabados, muestra un trabajo en el que hay que prestar más atención
al reflejo y la intuición que al contexto profundidad y obra. Con
todo, y tomando la banda sonora como serie de variaciones
instrumentales», «More» no deja de ser un interesante y excitante
compendio de ideas, la mayoría sumamente sencillas y apenas
esbozadas en forma de composiciones cortas, esencialmente
directas».
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